La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) manifestó hace unos días que México sufre un fenómeno de sequía generalizada, después que analizara, por medio de un generador operacional de imágenes de la Tierra, que el 85% de nuestro territorio carece de precipitaciones. La escasez de lluvias en el territorio ha privado a pobladores del uso diario de agua y ya empieza a impactar en la zona campesino.
La agencia de regimen de Estados Unidos no solamente se dedica a el análisis de los cuerpos celestes que son parte de Sistema Solar, sino que, en sus programas, el análisis de la Tierra es importante para la compresión de los fenómenos que acaecen en ella.
Los representantes de la agencia contabilizaron que alrededor de 60 de los embalses mayores permanecen por abajo del 25% de su capacidad. Esto pasa, primordialmente, en el área centro y norte de la República Mexicana; “México está viviendo una de las sequías más generalizadas e intensas en décadas”, señalaron.
Estas declaraciones concuerdan con los señalamientos de la patrona de regimen de la Ciudad de México (CDMX), Claudia Sheinbaum Pardo, quien notificó, a lo largo de una conferencia del 21 de abril, que nos encontrábamos en una situación “casi de emergencia” por “la sequía más profunda de los 30 años recientes”.
Según información recabada por la NASA, en 1996 atravesamos la sequía más letal documentada y en 2011, la falta de lluvias abarcó el 95% de nuestro territorio.
Como parte de dichos esfuerzos, la NASA estudió la proporción de agua albergada en Villa Victoria, una de las presas más relevantes de nuestra región y que se localiza en el Estado de México. Los profesionales midieron los niveles de recursos hídricos de la cerrada, por medio de un generador operacional de imágenes (OLI, por sus silgas en inglés).
Para dichos efectos, los profesionales analizaron las imágenes tomadas por OLI a lo largo de la primavera de este año y del año pasado. Más adelante, fueron comparadas registrando que las capturas, recogidas el 27 de marzo del 2020, demostraron que al 30 de marzo del 2021, los niveles de agua habían disminuido de manera considerable, puesto que “Villa Victoria está a alrededor de un tercio de su capacidad normal”.