La adolescente triunfó el Campeonato Estatal de Tamaulipas y esta corona le entregó además ingreso a representar a su estado en el Campeonato Nacional de Boliche, que se realizará el 17 de junio en Aguascalientes.

“Aprendí a jugar casi a la par que aprendí a caminar, sin embargo desgraciadamente únicamente podía realizarlo al salir de viaje, ya que cerraron el boliche donde jugaba con mi familia, empero hace casi 2 años abrieron un boliche nuevo en Tampico: Incredibowl, con instalaciones bastante buenas que nos han ayudado a tener un bastante buen grado. Debido a Dios se entregó el pase al Nacional; teníamos 10 años de no participar en estos sucesos y triunfar el primer sitio es un honor”, dijo Montemayor de León.

“Mi padre es jugador de boliche ya hace varios años; tiene varios reconocimientos, es mi ejemplo a continuar, mi motivación, mi admiración. Básicamente poseía varios años sin jugar una y otra vez, hasta que volvieron a abrir el boliche se me presentó la posibilidad de participar en este torneo y llevármelo y estoy bastante feliz, empero para mí esto apenas empieza; ahora viene el Nacional y a futuro me agradaría llegar a torneos más grandes”, manifestó la bolichista, quien competirá en las 4 posibilidades: personal, parejas, duo y cuarteta.

“Espero poder traerme algo a vivienda, va a ser un gran honor para mí, para mi familia, para nuestra sociedad y estoy segura de que para todo el estado”, añadió Isabela, cuyo sueños se ciernen en 2 recursos primordiales: su muñequera y su concentración.

“La muñequera me da un soporte impresionante para tirar y que no se me caiga el balance en la bola, sin embargo además llego con muchísima concentración; más que bola o zapatos llevo concentración y mi soporte en mi mano para hacer buenos tiros”, añadió la competidora tamaulipeca, quien como su papá quiere redactar su historia en la duela, entre el ruido de las chicas y el sentimiento de superar líneas cerradas en nombre de su padre, su familia, su equipo y su estado.

Isabela conoció el boliche debido a su papá, Iza Montemayor, un jugador destacado, quien localizó en este deporte una herencia por dar a su pequeña y ahora, cada noche de 6 días a la semana, entrenan unidos en busca de llegar a horizontes más lejanos que los delimitados por el territorio nacional.

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